No nos engañemos, vivir sin riesgo no existe.
Esto no significa que no podamos trabajar para reducir radicalmente los entornos de riesgo. De hecho, gran parte del progreso humano se ha basado en eso.
No obstante, los accidentes laborales son una epidemia en crecimiento desde hace años. Solo en España, DIARIAMENTE se producen aproximadamente 6.000 accidentes. De ellos, 2.500 con baja laboral, 16 muy graves y 3 muertes. Y el 75% de los últimos son totalmente impredecibles. Si hasta ahora no le ha afectado, enhorabuena, pero estadísticamente está más cerca. Y las consecuencias son muy desagradables para todos.
Y todo a pesar de las importantes inversiones organizativas, de personal, formación, auditorías, equipos de protección e instalaciones. Y sin hablar del coste del desastre que se calcula entre 1/16-1/48 veces el precio de su prevención. Un buen pellizco.
Seguro que a cualquier buen directivo/a que le pregunten si le importa la seguridad y salud de su gente responderá: «¡Naturalmente!»
Entonces, ¿por qué las herramientas tecnológicas ya disponibles están costando tanto de aplicar? Presupuesto, burocracia, inercia, resistencia interna, resignación… Seguro que a cualquier buen/a directivo/a le suenan estas respuestas. Las mismas que cualquier otro proyecto disruptivo que emprende, pues es un cambio de paradigma.
Pero la alta dirección es la única que puede resolver esta situación. Por debajo suyo, todo son restricciones presupuestarias, carga de trabajo, saturación del personal, urgencias del negocio y cualquier otro factor que parece siempre más importante que la seguridad de su equipo y, por lo tanto, de su organización.
Sin embargo, es el alto directivo/a quien tiene el deber de visión lúcida, marcando prioridades y rumbo, el bienestar y seguridad de su gente deberían estar entre sus prioridades.
Por ética, principalmente, por los riesgos legales, pero también por los rotundos beneficios económicos.
Así es, alto/a directivo/a, consulte con sus expertos y compruebe que ya es posible otro tipo de seguridad y salud: Tecnológica, no burocrática y especialmente eficaz. Beneficia directamente a su gente y reputación, pero también su cuenta de resultados. Una auténtica revolución tecnológica que estaremos encantados de mostrarle.
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Fuente: INSHT. Estadísticas de Accidentes
